En el pasado mes de Septiembre, Oikos red ambiental informó que en Puente de Hierro, Guaymallén, ha crecido un basural clandestino donde se han encontrado deshechos patogénicos de hospitales, animales muertos y hasta féretros. Se trata del basural más grande de Mendoza pero desde la municipalidad de Guaymallén dicen que está controlado.
Este basural ha crecido a sus anchas con el aporte de muchos que han depositado desde residuos patológicos hasta féretros, entre las 200 toneladas diarias que allí se vierten.
A pesar de que para ingresar al mismo por una huella no hay carteles indicadores de ningún tipo pero pueden verse montículos de basura -residuos de construcción, principalmente-, los pobladores que viven en la zona explicaron a los ambientalistas que, varias veces al día, ingresan camiones para depositar allí los residuos. Esto sucede desde hace muchos años y puede observarse por los caminos y huellas que se adentran hasta en el corazón del vaciadero.
A medida que los ambientalistas de la red Oikos fueron adentrándose, comenzaron a descubrir la presencia de otro tipo de restos que deberían estar, por lo menos, en un camposanto y no en un basural: cajones, planchas metálicas, mármoles, flores de plásticos, según indica la denuncia.
El hedor que penetra violentamente corresponde a animales calcinados, restos de caballos, algunas zonas incendiadas, residuos de hidrocarburos y otro tipo de deshechos que no han sido identificados.
La contaminación de los restos, de acuerdo con lo denunciado por Oikos, ha afectado el agua: "tiene un color gris oscuro y despide un fuerte olor caraterístico de los procesos anaeróbicos. El canal de riego recibe aguas del canal Pescara y forma parte del sistema que desemboca en Lavalle, donde el problema de la contaminación es enorme", señala el informe ambiental. En algunos sitios, observaron los ambientalistas, la basura cae libremente al agua. Cerca de allí, hay tres piletas donde desagota el agua de un barrio.
A este panorama se le suma el social: la gente que sobrevive gracias a los que otros depositan allí, separando residuos por su valor -plásticos, cartones, papeles-. También están aquellos que recogen basura para transportarla a los corrales cercanos, basura que sirve para alimentar a los chanchos, que luego son faenados y vendidos en el circuito comercial.
El informe de Oikos critica que, a pesar de que el vaciadero es conocido desde hace muchos años, las promesas de los funcionarios nunca se han cumplido. Entre ellos, Oikos asegura que hay convenios entre el Gobierno y el municipio de Guaymallén para cerrar el lugar pero que estos acuerdos han caído en letra muerta.
Tratamiento de residuos patológicos
Quince días después de realizada la denuncia por Oikos, el gobierno anunció que implementará un nuevo sistema para tratar los residuos patológicos y farmacéuticos. Según indicó Guillermo Carmona, este nuevo procedimiento implica “un paso adelante en la gestión de residuos patológicos en la provincia, poniendo a Mendoza en una posición de avanzada y dando solución a un problema de vieja data”.
Una vez recolectados, serán transportados hasta una planta de tratamiento con autoclave donde serán esterilizados y en el caso de los residuos farmacéuticos, contarán con un proceso en hornos pirolíticos que permitirá que el resultado final sea un residuo similar al urbano. Luego van a una celda de seguridad, “más allá que no tengan peligrosidad”, destacaron los técnicos de la Secretaría.
En ese sentido, remarcaron como diferencia que en la actualidad los residuos “no están tratados”, pero además, que cada operador hoy paga una tarifa diferencial de acuerdo a ciertos factores como la distancia, que sería resuelto con el nuevo sistema que además propone una tarifa unificada.
Fuentes:
Oikos red ambiental
Diario Los Andes: http://www.losandes.com.ar/
MDZ on line: http://www.mdzol.com.ar/
Este basural ha crecido a sus anchas con el aporte de muchos que han depositado desde residuos patológicos hasta féretros, entre las 200 toneladas diarias que allí se vierten.
A pesar de que para ingresar al mismo por una huella no hay carteles indicadores de ningún tipo pero pueden verse montículos de basura -residuos de construcción, principalmente-, los pobladores que viven en la zona explicaron a los ambientalistas que, varias veces al día, ingresan camiones para depositar allí los residuos. Esto sucede desde hace muchos años y puede observarse por los caminos y huellas que se adentran hasta en el corazón del vaciadero.
A medida que los ambientalistas de la red Oikos fueron adentrándose, comenzaron a descubrir la presencia de otro tipo de restos que deberían estar, por lo menos, en un camposanto y no en un basural: cajones, planchas metálicas, mármoles, flores de plásticos, según indica la denuncia.
El hedor que penetra violentamente corresponde a animales calcinados, restos de caballos, algunas zonas incendiadas, residuos de hidrocarburos y otro tipo de deshechos que no han sido identificados.
La contaminación de los restos, de acuerdo con lo denunciado por Oikos, ha afectado el agua: "tiene un color gris oscuro y despide un fuerte olor caraterístico de los procesos anaeróbicos. El canal de riego recibe aguas del canal Pescara y forma parte del sistema que desemboca en Lavalle, donde el problema de la contaminación es enorme", señala el informe ambiental. En algunos sitios, observaron los ambientalistas, la basura cae libremente al agua. Cerca de allí, hay tres piletas donde desagota el agua de un barrio.
A este panorama se le suma el social: la gente que sobrevive gracias a los que otros depositan allí, separando residuos por su valor -plásticos, cartones, papeles-. También están aquellos que recogen basura para transportarla a los corrales cercanos, basura que sirve para alimentar a los chanchos, que luego son faenados y vendidos en el circuito comercial.
El informe de Oikos critica que, a pesar de que el vaciadero es conocido desde hace muchos años, las promesas de los funcionarios nunca se han cumplido. Entre ellos, Oikos asegura que hay convenios entre el Gobierno y el municipio de Guaymallén para cerrar el lugar pero que estos acuerdos han caído en letra muerta.
Tratamiento de residuos patológicos
Quince días después de realizada la denuncia por Oikos, el gobierno anunció que implementará un nuevo sistema para tratar los residuos patológicos y farmacéuticos. Según indicó Guillermo Carmona, este nuevo procedimiento implica “un paso adelante en la gestión de residuos patológicos en la provincia, poniendo a Mendoza en una posición de avanzada y dando solución a un problema de vieja data”.
Una vez recolectados, serán transportados hasta una planta de tratamiento con autoclave donde serán esterilizados y en el caso de los residuos farmacéuticos, contarán con un proceso en hornos pirolíticos que permitirá que el resultado final sea un residuo similar al urbano. Luego van a una celda de seguridad, “más allá que no tengan peligrosidad”, destacaron los técnicos de la Secretaría.
En ese sentido, remarcaron como diferencia que en la actualidad los residuos “no están tratados”, pero además, que cada operador hoy paga una tarifa diferencial de acuerdo a ciertos factores como la distancia, que sería resuelto con el nuevo sistema que además propone una tarifa unificada.
Fuentes:
Oikos red ambiental
Diario Los Andes: http://www.losandes.com.ar/
MDZ on line: http://www.mdzol.com.ar/