jueves, 10 de diciembre de 2009






EL MUNDO DEFINE SU SUPERVIVENCIA EN COPENHAGUE

A partir del lunes 7 y hasta el viernes 18 de diciembre, miles de expertos y representantes de los 192 países miembros de la ONU debatirán cómo combatir el cambio climático, una de las mayores amenazas a las q se enfrenta el planeta.


De cumplirse las expectativas, la XV Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático –como se la conoce oficialmente a la cumbre- podría marcar un punto de inflexión en este ámbito.
Un éxito sería la firma de un acuerdo vinculante –que debe ser cumplido por todos los signatarios- que sustituiría y ampliaría el actual Protocolo de Kyoto.


La esperanza de los países en desarrollo es que los industrializados se comprometan a reducir las emisiones de gases con efecto invernadero.


Además, los participantes deberían establecer los mecanismos para el desarrollo de tecnologías verdes y energías renovables en todo el mundo.


América Latina sólo es responsable del 12% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, pero es muy vulnerable al impacto del calentamiento global.


Los mayores problemas a los que se enfretaría nuestra región serían:


* Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, que comparten los Andes tropicales, están muy expuestos al aumento de las temperaturas en la montaña, y en concreto a las repercusiones que esto puede tener en la reducción de las reservas de agua.


*Honduras, México y Nicaragua, son muy vulnerables a la intensificación de fenómenos meteorológicos extremos como los huracanes.


* Las zonas bajas del Caribe y América del Sur –como la península de Yucatán, Belize, Guyana y Guayaquil- podrían ser áreas de riesgo ante una posible subida del nivel del mar.


* Nueve países de la región comparten la selva de la Amazonía, que contiene dos tercios de la biomasa y de los bosques tropicales del mundo. La rápida pérdida de zonas boscosas podría ser la consecuencia más importante del cambio climático en América Latina.


Brasil, Perú y otros países se encuentran en el centro de las negociaciones sobre la mejor manera de financiar proyectos que permitan dejar los bosques intactos y reduzcan las emisiones de CO2 que proceden de ellos. Las posibilidades van desde la financiación a través de mercados privados o a través de los gobiernos occidentales.

Argentina, México y Brasil protagonizarán los debates sobre cómo transferir tecnologías verdes y proyectos de energías renovables desde los países ricos a los países en desarrollo, otra de las cuestiones centrales de las conversaciones de Copenhague.


Los científicos de todo el mundo recuerdan incansablemente que se debe reducir a la mitad, de aquí a 2050, las emisiones de gases de efecto de invernadero, provocadas esencialmente por la combustión del carbón, el petróleo y el gas. Sin embargo, por el momento, las cuentas no se ajustan a los objetivos.


Fuentes